Descubrí con esta entrevista "telefónica" que tres años antes de que se publicase su novela "Si hubiéramos sabido que el amor era eso" Francisco Umbral la había presentado a un concurso literario. María España era una especie de Audrey Hepburn de provincias muy guapa y todavía no había nacido su hijo. Era diciembre de 1966.
La Vanguardia Española, Viernes 9 de diciembre de 1966
EL FINALISTA DEL PREMIO "ELISENDA DE MONCADA"
Francisco Umbral es el autor de «Si hubiéramos sabido que el amor era eso». El hombre vive en Madrid y el diálogo es telefónico. Primero oigo voz femenina; es la de su mujer. Después oigo la de él.
Casado, supongo —digo,
Sí.
¿Joven?
32 años.
¿De dónde es?
De Madrid.
¿Profesión?
Escritor.
Ah, ¿qué ha escrito usted hasta ahora?
Cuatro libros: una biografía de Larra, un libro de narraciones, una novela corta, “Balada de gamberros”, y una novela larga, “Travesía de Madrid”, que quedó finalista en el Alfaguara.
¿Qué es “Si hubiéramos sabido que el amor era eso”?
Es un verso del poeta Rafael Montesinos. Trato de demostrar que es casi imposible el gran amor entendido a la manera tradicional, espiritual entre la juventud de hoy. En mi novela surge este gran amor entre una pareja de estudiantes, chico y chica, claro. Y este amor les puede, es más fuerte que ellos.
¿Se impone la carne?
No, al contrario cuando va a imponerse la carne se produce la ruptura.
Usted, hombre joven, ¿ha vivido esta sublime experiencia?
Si por supuesto, totalmente.
¿Usted es un personaje?
No totalmente, en la misma medida que Proust decía que era y no era el personaje que narra en primera persona en sus libros.
Y su mujer ¿es ella?
Mi actual esposa no es ella.
El personaje femenino de la novela es ¿otra mujer de carne y hueso?
Sí, desde luego.
¿Se acuerda usted de aquella?
Después de haber escrito la novela se confunde el recuerdo literario con el real.
Buena evasiva. ¿Lo sabe su mujer?
Lo sabe.
Su mujer, ¿cómo se llama?
España.
¿España?
Sí, sí.
¿Cómo se llama su personaje?
No tiene nombre en la novela, es “ella”.
¿Cómo se llama la otra, aquella?
Se llama María José.
¿Tiene usted hijos?
No
¿Cuánto tempo llevan casados?
Siete años.
¿Su mujer le ayuda en el trabajo?
No en absoluto. Pero a veces le dicto algo a máquina. Pero muy poco.
Tengo la impresión de que usted es un hombre que pisa tierra firme. ¿Mucha fe en sí?
Toda.
¿Lo ha pasado alguna vez mal?
Casi siempre.
Me lo suponía. ¿Que ha sido antes de escritor?
Empleado de banco y empleado de radio. He hecho mucho periodismo aunque no tengo carnet. Soy un intruso.
Se merece el carnet
Muchas gracias.
¿Es tan rápido escribiendo como contestando?
Sí, bastante rápido.
¿Cuanto tardó en escribir esta novela?
A razón de cinco folios diarios. Son doscientos folios. Cuarenta días seguidos. Cada cinco folios diarios, una hora u hora y media.
¿Es, por lo que observo, metódico?
Metódico en el trabajo, pero rápido.
¿Corrige mucho?
No.
¿Vive exclusivamente de la pluma?
Desde hace diez años, yo y desde siete que me casé vivimos los dos.
Como no lo veo, dígame ¿cómo es físicamente?.
Un metro ochenta y cinco y peso 75 kilos.
¿Lleva gafas?
Sí.
Lo suponía. ¿Lee más que escribe?
Puesto que escribo muy rápidamente, dedico más tiempo a leer.
Usted, joven de hoy, ¿Está con la juventud de hoy?
Estoy con los que tienen diez años menos que yo.
¿Se empeña en mantenerse Jovencísimo?
Creo que soy “eI único escritor ye-yé de España”
¿No le da vergüenza?
No, me encanta.
¿Su mujer es también «ye-yé»?
En cierta medida, sí.
¿Es guapa?
Mucho.
También lo suponía, ¿cómo es ella físicamente?
Una especie de Audrey Hepburn de provincias.
¿De dónde es?
De Zamora.
Antes de oír la voz de usted, oí la de ella, y la tiene muy bonita.
Muchas gracias, en nombre de ella
iFelicidad, pareja...!
DEL ARCO
La novela «El otro bando», de Ferrand Bonilla fue la ganadora por tres votos contra los dos de Francisco Umbral.