Henrie Matisse: "El caracol", 1953
El artista ya no consigue pintar con sus amados pinceles, está enfermo y decide recortar trozos de papel y pegarlos en un lienzo con la ayuda de una joven aprendiz. Parece un juego de niños, un collage ingenuo y un caracol aparece de repente escondido entre las formas caprichosas de estos recortables naranjas, azules y verdes. El arte es un juego, el arte es saber mirar y descubrir lo que estaba oculto, como un enigma que alguien tendrá que descifrar.
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