Hace tiempo, días atrás, uno de esos domingos en los que uno se ha despertado antes de la hora, leí un libro de poesías del escritor matogrosense Manoel de Barros escrito en el año 1947 y descubrí este poema, titulado "Pedido quase uma prece", que ahora comparto con todos vosotros. La poesía de Manoel de Barros nace del deslumbramiento que nos producen las cosas más sencillas, y nos habla de una naturaleza primitiva que tiene el perfume húmedo que dejó en el aire aquel lejano diluvio universal.
PEDIDO CASI UNA ORACIÓN
Señor, ayúdanos a
construir nuestra casa
Con ventanas de aurora y
en árboles en el quintal
Árboles que en la
primavera se queden cubiertos de flores
Y al atardecer se queden
grises como la ropa de los pescadores
Lo que deseo apenas es
una casa.
En realidad, no es
necesario que sea azul, ni que tenga cortinas de encajes.
Quiero a penas una casa en una calle sin nombre.
Sin nombre, sin embargo
honrada, Señor.
Únicamente no dispenso el
árbol
Porque es la cosa más
bella que nos has dado y la menos amarga.
Quiero desde mi ventana
sentir los vientos por los caminos y ver el sol.
Dorando los cabellos
negros y los ojos de mi amada.
MANOEL DE BARROS
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