viernes, 3 de junio de 2022
domingo, 17 de abril de 2022
Manuel Vilas & España
domingo, 3 de abril de 2022
La casa de los espíritus
HE TERMINADO HOY, el primer domingo de abril, el libro que tenía entre las manos desde hace más de un mes. Su título es "La casa de los espíritus" de la escritora chilena Isabel Allende. Han sido casi 1.500 páginas leídas en ratos perdidos en las primeras horas de la mañana y antes de dormir, cuando el sueño se peleaba conmigo y me exigía dormir y apagar la tableta hasta el día siguiente.
He leído el libro porque era una tarea pendiente que tenía olvidada desde la lejana adolescencia, cuando veía en los escaparates de las librerías y de los quioscos que vendían periódicos, revistas y golosinas, las portadas de aquellos libros con títulos misteriosos como "Los cuentos de Eva Luna" o "La hojarasca".
"La casa de los espíritus" tiene algunos retazos de aquel realismo mágico de García Márquez, pero es en realidad una historia familiar enraizada en Chile, que abarca toda la historia del siglo XX, desde la Segunda Guerra Mundial hasta la victoria de Salvador Allende y que se termina con el golpe militar de Agusto Pinochet.
La historia con mayúsculas se mezcla con las letras minúsculas que transcriben las vidas de los campesinos, los obreros, y los enfermos de hambre y libertad.
Como es la historia de una saga familiar aparecen muchos nombres de personajes que nos irán contando esta historia teñida de realismo mágico y una cruda realidad que nos golpea en el estómago.
Creo que vale la pena descubrir quién es Barrabás y la niña que aparece en la portada del libro.
Buena lectura a todos!!
domingo, 6 de febrero de 2022
No te salves
Mi nombre es Guillermo Mayer, vivo en Puerto Madryn en la Patagonia Argentina, y acabo de encontrar tu nota titulada “No te rindas poema atribuido a Benedetti ¿Quién es el autor real?”
Yo escribí ese poema, allá por el año 1993.
Fue mi primer poema y uno de los pocos que escribí. Lo escribí para mí, en un momento muy
duro en mi vida, y surgió de adentro de mi ser para darme ánimo y hacerme ver
que no debía claudicar. Creo que fue una gran ayuda para mí. Hoy pienso que no
era yo quien se expresaba, sino más bien quien escribía un mensaje que algún
ser superior me quería hacer llegar.