LA GATA Y LA NIEVE
Mi gata mira la nieve
y lo que ve es un gato grande y blanco.
Y lo que ve es un gato en copos.
Y lo que ve
son los suaves zarpazos de la nieve,
las delicadas garras de un gran gato.
Un gato frío,
misterioso gato
venido de las azoteas del cielo,
gato de otros tejados sin ratones,
pisada blanda y pura de la nieve,
con su rabo de gato, sus mil rabos
y esos ojos de gato
con que la nieve mira nuestra vida.
Gato recién llegado, inmenso gato,
manos y pies de sigilo y blancura,
bello, soluble gato
que me asusta a la gata
o me la aburre
como acaba aburriendo la pureza.
(F.P.M, 2001)
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