jueves, 23 de junio de 2011
El mundo es grande
Jueves. Día de fiesta. No hay que ir a trabajar, no hay que madrugar, no hay que salir corriendo de casa, no hay obligaciones externas todo está quieto, parado, casi silencioso. Ayer un equipo de fútbol ganó a otro equipo de fútbol, son cosas que pasan, y se fueron a conmemorarlo miles, millones de personas durante toda la noche. Tal vez por eso mismo, hoy jueves sea día de fiesta. No lo sé. En la estantería hay libros que todavía no he leído, libros que están esperando que yo abra sus páginas para que los personajes adormecidos dentro de ellas salgan a respirar el aire puro de este jueves festivo.
En la historia que he elegido hay muchas palabras desconocidas, ...catinga, arribações, ribanceiras, xiquexiques... no importa, la historia de esta familia pobre y nómada por las tierras resecadas de algún lugar del sertão nordestino me atrapa y me lleva de un lado para otro con la garganta seca y el corazón en un puño.
"En el páramo rojizo las encinas se extendían como dos manchas verdes. Los infelices habían caminado el día entero, estaban cansados y hambrientos. Normalmente andaban poco, sin embargo como habían reposado bastante sobre la arena del río seco, el viaje continuó bien por tres leguas. Hacía horas que procuraban una sombra. Las hojas de las encinas aparecieron a lo lejos, a través de las ramas peladas de los matorrales enfermos."
"Vidas secas" (1938) de Graciliano Ramos.
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