¿Si todo el mundo en Río de Janeiro está con gripe, cómo no iba a estar constipado el señor João Gilberto?.
El comunicado para la prensa informaba: "João Gilberto está con una fuerte gripe. Impedido de cantar, el creador de la bossa nova debe tener cuidados especiales. Según el dr. Jorge Jamile, médico del artista, no hay motivo de alarma, sin embargo será necesario reposo en este momento".
Por ello, las ciudades brasileñas de São Paulo, Rio, Brasília y Porto Alegre tendrán que esperar pacientemente a que la sinusitis de João Gilberto le deje cantar aquellas viejas melodías de Jobim, aquellos sambas desafinados, acordes disonantes que surgieron a finales de los cincuenta en los bares de Copacabana.
Hoy que ya estamos en el siglo 21, en el año dosmil11, todavía la voz y la guitarra de João Gilberto nos parecen un misterio indescifrable. ¿Cómo consigue el viejo maestro recordar y tocar los 34 acordes diferentes de "Chega de saudade" sin confundirse ni una sola vez y cantar con la emoción de 1959?.
Un amigo periodista de los tiempos de la facultad tuvo la suerte de verlo tocar un verano en Málaga, la noche de San Juan. ¿Se le puede pedir algo más a una noche incendiada por el fuego purificador de una hoguera lejana?
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